DAÑO COLATERAL… (El pecado siempre lastima a alguien más)

En las historias narradas en la biblia vemos como las personas han pecado. Y entre las cosas que aprendemos de estas historias, es que el pecado siempre hiere a alguien más…

No amar a Dios y no amar a tu prójimo como a ti mismo, deja a muchas personas heridas en la vida del que peca… Honrar a tu padre y a tu madre es respetarlos, considerarlos, reconocerlos y si esto no sucede, seguramente tus padres saldrán heridos por tu falta de respeto o consideración… Matar o Robar siempre termina hiriendo de alguna forma a las víctimas… Mentir siempre termina hiriendo a una o muchas personas porque la verdad siempre prevalecerá y al salir a flote la verdad esa persona se sentirá traicionada. Así como el deseo y la codicia te terminará llevando a hacer cosas que traerá consecuencias sobre ti y sobre los que te aman.

Como le sucedió a Amnón hijo de David cuando violó a su hermana Tamar.

2 Samuel 13:10 – 17.- 10 Entonces él le dijo a Tamar —Ahora trae la comida a mi dormitorio y dame de comer aquí Tamar le llevó su comida preferida, 11 pero cuando ella comenzó a darle de comer, la agarró y le insistió: —Ven, mi amada hermana, acuéstate conmigo 12 —¡No, hermano mío! —imploró ella—. ¡No seas insensato! ¡No me hagas esto! En Israel no se hace semejante perversidad. 13 ¿Adónde podría ir con mi vergüenza? Y a ti te dirán que eres uno de los necios más grandes de Israel. Por favor, simplemente habla con el rey, y él te permitirá casarte conmigo. 14 Pero Amnón no quiso escucharla y, como era más fuerte que ella, la violó. 15 De pronto, el amor de Amnón se transformó en odio, y la llegó a odiar aún más de lo que la había amado —¡Vete de aquí! —le gruñó. 16 —¡No, no! —gritó Tamar—. ¡Echarme de aquí ahora es aún peor de lo que ya me has hecho. Pero Amnón no quiso escucharla. 17 Entonces llamó a su sirviente y le ordenó: —¡Echa fuera a esta mujer y cierra la puerta detrás de ella!

En esta historia, Amnón terminó hiriendo a su hermana producto del deseo, igualmente a sus hermanos y a su padre.

Igual paso con Acán en la historia narrada en Josué, cuando robó de los objetos consagrados para el Señor

Josué 7:10.- Pero el Señor le dijo a Josué: —¡Levántate! ¿Por qué estás ahí con tu rostro en tierra? 11 ¡Israel ha pecado y ha roto mi pacto! Robaron de lo que les ordené que apartaran para mí. Y no solo robaron, sino que además mintieron y escondieron los objetos robados entre sus pertenencias.

Este pecado terminó hiriendo al pueblo de Israel y a su familia que debió morir por su pecado.

Josué 7:25.- Luego Josué le dijo a Acán: «¿Por qué nos has traído esta desgracia? Ahora el Señor te traerá desgracia a ti». Entonces todos los israelitas apedrearon a Acán y a su familia, y quemaron los cuerpos.

David al pecar censando al pueblo de Israel produjo dolor y muerte.

1 Crónicas 21: 14.- Por lo tanto, el Señor mandó una plaga sobre Israel, y como consecuencia murieron setenta mil personas.

Así como estas, muchas historias han terminado en heridas para alguien más, provocadas por el pecado de un tercero.

De hecho, hay una herida que es la mayor herida que pudimos provocar por nuestro pecado… Fueron las heridas que debió sufrir Jesús por nosotros, para salvarnos.

¿Ahora, dónde está la buena noticia de este mensaje?... La buena noticia es que, aunque todos hemos sido pecadores, Dios estableció que podemos vencer al pecado. Es más, nosotros podemos dominar al pecado. Dios se lo advirtió a Caín.

Génesis 4:7.- Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

Lo que quiere decir es que, podemos dominar al pecado y que nuestra decisión determina lo que el pecado puede hacer. Está en nuestras manos vencerlo o dejarlo vencer, todo depende de nosotros.

SI DECIDIMOS, EL PECADO NO TIENE NINGUNA POSIBILIDAD DE VENCERNOS.

1 Corintios 10:13.- “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”

¿Y cómo podemos vencerlo?

Salmos 119:11.- En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.

Guarda la palabra del Señor. Guarda en tu corazón sus mandamientos y sus enseñanzas. Y cuando venga el pecado tendrás como luchar contra él. Así como Jesús venció a Satanás en el desierto, donde todas las respuestas de Jesús fueron pasajes bíblicos contenidos en el antiguo testamento.

Y el premio por haber vencido al pecado será aún mayor, no solo en lo personal, también en lo relacional, al saber que evitamos herir a alguien que amamos y que nos ama. Además de que recibiremos las promesas que el Señor ha hecho a todo aquel que resiste las pruebas por amor a Él.

Santiago 1:12.-“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” ­­­­­