¿Por qué suceden estas cosas?

Muchas veces nos preguntamos por qué Dios hace las cosas, y no podemos encontrar el por qué o ver algo positivo de ciertas situaciones que suceden tanto en el mundo como puntualmente en nuestras vidas, sobre todo cuando se es joven en la fe o sencillamente cuando no conocemos a Dios. Pero ¿Por qué no podemos muchas veces entender por qué suceden las cosas? Isaías 55 dice…

Isaías 55:8-9 NTV

8 Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el SEÑOR —. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.

9 Pues, así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.

Nuestros pensamientos no pueden alcanzar los pensamientos de Dios, nuestra imaginación con respecto a la imaginación del señor es limitada, no podemos imaginar lo que el señor está haciendo si no le conocemos y si no conocemos su palabra. Cuando para nosotros hay un solo movimiento en el tablero, el señor tiene muchas jugadas posibles, como por ejemplo abrir el mar en vez de bordear la costa.

Sin embargo, Dios siempre actúa conforme a su plan “La salvación de todo su pueblo, de sus hijos”, y aunque puedan suceder cosas que parecen duras y que pudieran hacer pensar ¿Dios es malo?, la respuesta es simple, Dios no es malo, Dios es amor como dice en 1 Juan 4:8, Dios nos ama tanto que envió a su hijo unigénito para nuestra salvación, de esa forma nos ama. Sin embargo, así como un padre corrige a su hijo así Dios nos corrige.

Deuteronomio 8:5-6 NTV

5 Ten por cierto que, así como un padre disciplina a su hijo, el SEÑOR tu Dios te disciplina para tu propio bien.

6 Por lo tanto, obedece los mandatos del SEÑOR tu Dios andando en sus caminos y temiéndolo.”

Proverbios 3:11-12 NTV

11 Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni te enojes cuando te corrige.

12Pues el SEÑOR corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite.

Proverbios 13:24 NTV

24 Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos.

Yo amo a mi hijo, pero eso no quiere decir que por reprenderlo o corregirlo en lo que yo creo que no es correcto o que no está bien para él, entonces no lo ame. Al contrario, si lo reprendo es porque lo amo y quiero lo mejor para él, porque si no lo quisiera me importara poco lo que hiciera, si se golpea, si se cae, no me importara su futuro, sus valores, su aprendizaje.

Cuando nosotros sacamos a Dios de nuestra lista de prioridades o no está en primer lugar, cuando lo ignoramos, Dios trata de llamar nuestra atención para que nosotros volvamos a él, para que entendamos que nosotros sin él no somos nada, que es necesario que nos entreguemos a él y que volvamos a él para estar seguros. Sin embargo, muchas veces es tal nuestra desobediencia y nuestra falta de respeto que Dios tiene que tomar medidas que realmente llamen nuestra atención.

Jueces 2:11-12 (NTV)

11 Entonces los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR y sirvieron a los baales,

12 y abandonaron al SEÑOR, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que estaban a su derredor; se postraron ante ellos y provocaron a ira al SEÑOR.…

En la biblia en Jueces podemos ver como el pueblo de Israel se apartó de Dios una y otra vez, adoraban a otros Dioses, cometían crímenes terribles y el señor como un padre los reprendía para que ellos volvieran a él y a sus caminos.

Salmos 106:43-45 (NTV)

43 Muchas veces los libró; ellos, sin embargo, fueron rebeldes a su consejo, y se hundieron en su iniquidad.

44 Sin embargo, El vio su angustia al escuchar su clamor;

45 y por amor a ellos se acordó de su pacto, y se arrepintió conforme a la grandeza de su misericordia.

Como adolecentes rebeldes e impulsivos que no entienden a sus padres, puede que muchos de nosotros no entendamos el propósito de Dios, que no es otro que nuestra Salvación, tal es así que envió a Jesucristo a ser sacrificado por nosotros para que fuéramos salvos, nos limpió de nuestros pecados, pero aun así nos olvidamos de él. Dios lo único que nos solicita es que guardemos su palabra, que seamos obedientes, que lo sigamos y que creamos en él. Si estamos cerca de él las cosas serán más fáciles, no digo que no habrá dificultades, pero en el encontraras refugio.

Éxodo 15:26 (NTV)

26 Les dijo: «Si ustedes escuchan atentamente la voz del Señor su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos, entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana».

Éxodo 23:25

Mas serviréis al SEÑOR vuestro Dios, y El bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré las enfermedades de en medio de ti.

2 Crónicas 7:14 (RVR60)

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

En momentos difíciles como este la gente siempre apela al señor, es entonces cuando se acuerdan de él y le piden que se acuerde de ellos, que los libre, sin embargo, en los tiempos de tranquilidad y de bonanza ellos no se acercan a él. Algunas son relaciones de interés, pero la biblia dice que Dios conoce nuestros corazones. Ahora es un momento para darse cuenta definitivamente de lo vulnerables que somos y que sin Dios nada podemos hacer.

Después que esto pase veremos los resultados de su plan de redención de la humanidad y entenderemos el porqué de este proceso. Dios está trabajando en nosotros, en el corazón de la gente y está buscando que vuelvan sus corazones a él.

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19 (RVR60)

Y mientras llegan esos tiempos de refrigerio solo tengamos fe en él.

Salmos 56:3 NTV

“Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.

UN SUPERHEROE ARGENTINO