SALIENDO DEL POZO...

“El error más grande de la vida es el estar constantemente pensando que usted cometerá uno.”

¿Estás desesperado porque nada te sale bien?...

Es probable que te encuentres en una situación desesperante con tu cónyuge, con tus hijos o con cualquier otra relación. Como también puede ser un problema financiero o laboral. Otros pueden estar desesperados porque necesitan tomar una decisión y no hallan que hacer. Están cansados de luchar, de intentar, lo han hecho todo, pero nada que salen del pozo y sienten que cada día como que se hunden mas.

La verdad que estar en el pozo no es bueno. Allí todo es oscuridad y solo se respira angustia, miedo y muerte. Salir del pozo requiere paciencia y esperar en Dios.

Recuerde las palabras del Salmista:

Salmo 40:1-3.- “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová”

Salir del pozo requiere que te conviertas en protagonista y que dejes de ser una víctima. Tú has sido llamado a ser el protagonista de tu vida y el protagonista espera en Dios pacientemente antes de actuar. El protagonista no es pasivo, es proactivo. El protagonista ve la vida con optimismo y se convierte en el gerente de su vid.

Hay que aprender de esos momentos en los que hemos caído en un pozo muy profundo. Donde todas nuestras expectativas están por el suelo. En los que vivimos bajo mucha tensión, donde no vemos la luz del sol brillar, donde todo parece oscuridad y en vez de recibir ayuda lo que se recibe de la gente que me rodea es juicio, crítica, rechazo y oposición.

Podemos aprender que a pesar de todos los problemas que se nos vienen encima, debemos aquietarnos y comenzó a elegir lo que nos conviene hacer.

No se deje llevar por pensamientos negativos ni tampoco se enganche en las críticas o los juicios que le hicieron. No se quede pensando en el pasado, en todo lo bueno que había hecho y que ahora con eso le pagan. No se quede preso de la tristeza, del dolor y del desengaño que sienta. No adopte la posición de pobrecito yo, ni se sienta víctima de las circunstancias y asuma la responsabilidad por sus miedos, controle sus emociones y no espere a que los demás lo hagan feliz.

Conviértase en protagonista y cada vez que este en el pozo, sacúdase fuertemente hasta salir de el. Transforme el problema en una bendición.

Podemos salir del pozo de la desesperación o del lodo cenagoso si nos convertimos en gerentes de nuestra vida. Todos deseamos correr alegremente por la vida, sin estrés, sin angustia, sin presiones, llenos de paz y gozo.

Y quiero darte dos consejos que te ayudarán a vivir la vida al máximo:

1. Entrega a Dios tus expectativas de que otras personas, lugares y cosas te proporcionen felicidad y plenitud duraderas. Solo Dios puede darte vida, gozo y paz. La Biblia enseña que El que pide recibe. Es inmaduro pensar que alguien o alguna cosa terrenal pueda brindarnos plenitud y felicidad duradera. Dios es la fuente de la vida; las personas y las bienes materiales son adicionales. Tú eliges como quieres vivir.

2. Ten en cuenta que todo lo negativo que nos sucede puede ser transformado en algo positivo.

Si interpretas el pozo como un problema y te bloqueas sintiéndote víctima de la situación, esa situación puede acabar aplastándote. Pero si lo contemplas como un desafío te ubicarás en la perspectiva de protagonista, encontrarás la forma de sacudirte y la usarás para dar un paso hacia arriba. Así, cualquier situación se transformará en una oportunidad para lograr un nivel más elevado de conciencia.

No temas pensando que vas a cometer errores, hoy es el mejor momento para descubrir el poder interior que hay en ti... Tú puedes sobreponerte a las adversidades de la vida... Solo enfócate a donde quieres llegar y no en tus miedos... Espera en Dios y El pondrá en tus labios una canción de alegría.